Sabemos lo importante que es tener un control adecuado de la presión de agua en tu hogar. Las consecuencias de una presión elevada no son solo los escapes o pérdidas visibles, sino también filtraciones y daños a largo plazo que pueden salir costosos.
En este artículo queremos compartir todo lo que necesitas saber para reducir la presión del agua y evitar esas molestas fugas.
¿Qué pasa cuando hay mucha presión de agua?
Cuando la presión del agua es demasiado alta, se incrementa el riesgo de que se produzcan escapes en las tuberías y uniones. Además, puede llevar a una pérdida constante de agua, resultando en facturas elevadas.
Esta presión excesiva también puede causar filtraciones que, a simple vista, son difíciles de detectar, pero con el tiempo pueden causar daños estructurales en tu hogar, como por ejemplo en el caso de las filtraciones de agua en cimientos.
¿Qué es un reductor de presión de agua?
Un reductor de presión de agua es un dispositivo que se instala en la entrada principal del suministro de agua. Su función principal es disminuir y estabilizar la presión del agua que entra a tu hogar, garantizando que esté dentro de los niveles seguros y óptimos.
Partes del reductor de presión
Entender cómo funciona un reductor de presión es más sencillo si conocemos sus componentes principales. Cada pieza juega un papel crucial en el proceso de disminución y estabilización de la presión del agua.
Pistón
El pistón actúa como el principal regulador de presión dentro del reductor. Cuando el agua con alta presión entra, empuja este pistón hacia adelante, desencadenando una serie de acciones que, en última instancia, controlan la fuerza con la que el agua fluye hacia el sistema. Su movimiento fluido es esencial para un rendimiento óptimo del reductor.
Junta del obturador
Este componente es vital para garantizar que el sistema sea hermético. La junta del obturador crea un sello seguro que evita que el agua se escape del sistema. Sin embargo, como cualquier pieza, está sujeta a desgaste.
Por ello, es fundamental realizar revisiones periódicas y, si es necesario, reemplazar esta junta para mantener la eficiencia del reductor.
Muelle de ajuste de presión
El muelle de ajuste de presión es una pieza que responde directamente al pistón. A medida que el pistón se mueve debido a la presión del agua entrante, este muelle se comprime o expande, ajustando así la presión del agua que sale.
La elasticidad y resistencia de este muelle son esenciales para garantizar una regulación precisa.
Asiento del actuador
Este componente, aunque pequeño, es fundamental para el correcto funcionamiento del reductor. El asiento del actuador proporciona una base estable para el pistón. Si hay un desgaste en el asiento, podría provocar que el pistón no se mueva adecuadamente, lo que resultaría en una presión de agua errática o inadecuada.
Cómo funciona una reductora de presión de agua
Una reductora de presión de agua es fundamental para garantizar que el agua que entra en nuestras viviendas o establecimientos lo haga a una presión adecuada.
Pero, ¿cómo logra esta pequeña maravilla tecnológica mantener el flujo de agua a niveles seguros? Veamos paso a paso su funcionamiento.
Entrada del agua
En el inicio de este proceso, el agua del sistema público o de suministro ingresa al reductor con una determinada presión, que a menudo es más alta de lo que nuestras instalaciones domésticas pueden manejar adecuadamente.
La entrada está diseñada de tal manera que dirige el flujo del agua hacia el pistón, preparando el sistema para comenzar el proceso de reducción de presión.
Disminución de la presión
Aquí es donde la magia sucede. Al recibir el agua, el pistón es empujado debido a la presión entrante. Este movimiento activa el muelle de ajuste de presión, que, dependiendo de la fuerza del agua, se comprime en mayor o menor medida. Como resultado, el espacio dentro del reductor varía, lo que influye directamente en la presión del agua.
El asiento del actuador y la junta del obturador aseguran un movimiento preciso y un sello hermético durante este proceso, evitando cualquier fuga y permitiendo una regulación precisa de la presión.
Salida del agua
Una vez que la presión ha sido adecuadamente regulada dentro del reductor, el agua está lista para continuar su camino. Fluye desde el dispositivo y se distribuye por todas las tuberías de la vivienda o establecimiento.
Gracias al reductor, el agua que finalmente llega a nuestros grifos, duchas y electrodomésticos lo hace a una presión segura y uniforme, protegiendo nuestras instalaciones y garantizando un uso eficiente y sin problemas.
Alternativas para disminuir la presión del agua
Si bien un reductor de presión es una herramienta esencial, existen otras estrategias y dispositivos que pueden ayudarte a controlar la presión del agua en tu hogar o establecimiento.
Sustitución de válvulas y grifos antiguos
Con el paso del tiempo, válvulas y grifos pueden sufrir desgaste, dejando de ser efectivos en el control de la presión. Al reemplazarlos por modelos más modernos y eficientes, no solo estarás actualizando el sistema, sino que también permitirás un control más preciso del flujo y la presión del agua.
Además, los diseños contemporáneos suelen ser más resistentes a las variaciones de presión y proporcionan una mejor regulación.
Reducción del caudal de los grifos
A veces, una simple solución como agregar reductores de caudal a tus grifos puede ser suficiente. Estos pequeños dispositivos limitan la cantidad de agua que pasa a través del grifo, lo que a su vez reduce la presión.
Su principal ventaja es que son fáciles de instalar y pueden ser una solución rápida y económica, especialmente si la alta presión se limita a áreas específicas de tu hogar.
Purga de radiadores y calderas
Un exceso de aire acumulado en sistemas de calefacción, como radiadores y calderas, puede ser una causa oculta de presión elevada. La purga regular de estos sistemas permite liberar ese aire atrapado, equilibrando la presión del agua en el sistema.
Además de ayudar con la presión, esta acción mejora la eficiencia de la calefacción y prolonga la vida útil de tus equipos.
Cuál es la presión óptima del agua en casa
Según el Código Técnico de la Edificación, la presión mínima medida en kilopascales debe de ser de 100 kPa (=1’02 Kg/cm2) para grifos comunes y de 150 kPa (=1’53 Kg/cm2) para calentadores. La presión máxima se sitúa en 500 kPa (=5’1 Kg/cm2).
Esto es suficiente para las actividades diarias como ducharse, lavar platos o regar las plantas, pero también es seguro para tus tuberías y grifos.
En conclusión, mantener una presión de agua adecuada es esencial para la salud de tu sistema de fontanería y para evitar escapes, pérdidas y filtraciones. Si es demasiado alta, sigue los consejos mencionados en este artículo. Si por el contrario es demasiado baja, quizá se deba a la existencia de una escape o filtración.
Para salir de dudas, no dudes en contactar con nosotros. Nuestros expertos en detección de fugas de agua en Madrid analizarán tu caso detalladamente para saber si hay alguna pérdida en tus tuberías.